El próximo jueves, 11 de febrero, se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, un día que fue proclamado en 2016 por la Asamblea General de las Naciones Unidas con la intención de reducir la brecha de género en el acceso a profesiones de los ámbitos científico y tecnológico, donde la participación de las mujeres es todavía muy inferior a la de los hombres.
Uno de los problemas por los que hay muchas niñas o chicas adolescentes que no muestran tanto interés por las materias STEAM y no participan en muchas actividades es la falta de referentes, ya que las mujeres siempre han estado presentes en el sector, con más o menos protagonismo a lo largo de la historia, pero en muchos casos su faena no ha sido explicada y no se ha puesto como ejemplo para las más jóvenes.
Por eso nos gusta aprovechar este día para poner nombres y apellidos a algunas de las mujeres que han tenido un papel destacado en el sector y dar a conocer una pequeña parte de su historia. Hoy lo hacemos con cinco programadoras informáticas, pero os animamos también a leer la entrada del año pasado, en la que hablamos de algunas de las mujeres más importantes históricamente para el sector tecnológico.
1. Evelyn Berezin
Nacida en Nueva York, Evelyn Berezin (1925 – 2018) era todavía una niña cuando empezó a tener interés por la física, poco después de haber leído las revistas de ciencia-ficción que se compraba uno de sus hermanos. Sin embargo, cuando llegó el momento de elegir sus estudios superiores, inicialmente escogió la rama de Ciencias Empresariales. Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, los hombres eran llamados para ir a luchar y eso hizo que se ofrecieran nuevas plazas para estudiar ciencias y matemáticas que fueron ocupadas por mujeres. Fue entonces cuando ella cambió de carrera y se graduó en Física en la Universidad de Nueva York.
Durante los años 50, mientras trabajaba para una empresa especializada en el diseño de máquinas de escribir, llamada Underwood y comprada posteriormente por la famosa Olivetti, Berezin creó lo que se consideraría el primer ordenador de oficina, pero finalmente el proyecto quedó parado y el producto no llegó a comercializarse nunca. Ella dejó la empresa y en su nuevo puesto de trabajo, en Teleregister, desarrolló para United Airlines el primer sistema de reservas de billetes de avión.
Evelyn Berezin es conocida como la madre de los procesadores de textos, ya que a finales de los años 60, después de haber observado el trabajo de las secretarias y pensar cómo podía facilitarlo, desarrolló la idea de un programa que permitía almacenar y editar textos. La norteamericana fundó su propia empresa, Redactron, orientada exclusivamente al diseño y la producción de procesadores de texto. Aunque eran máquinas grandes, sus funcionalidades eran mucho mejores que las de la máquina de escribir y la empresa tuvo éxito, pero llegó una recesión económica y finalmente tuvo que venderla. Posteriormente trabajó en empresas inversoras y como consultora para empresas tecnológicas.
2. Frances E. Allen
Dedicarse a la programación tampoco era la primera opción de Frances Elizabeth Allen, nacida el 4 de agosto de 1932 en Nueva York, que fue la primera mujer que ganó el Premio Turing, conocido como el Premio Nobel de la Informática. Después de graduarse en la universidad para ser profesora de ciencias y matemáticas, empezó a trabajar como profesora de instituto.
Como necesitaba otra titulación para su trabajo, hizo también un máster de matemáticas en el que se cursaban algunas asignaturas de programación, y para pagar las deudas universitarias que tenía se puso a trabajar para IBM como formadora del lenguaje de programación Fortran. En principio el puesto tenía que ser un trabajo temporal de un año y ella tenía previsto pagar sus deudas y volver a ser profesora de instituto, pero finalmente fue solo el inicio de una carrera de 45 años y se jubiló en esa misma empresa.
Aprender Fortran y enseñárselo a los demás despertó en ella un interés por los compiladores, que son traductores; son programas que traducen programas escritos en un lenguaje de programación a otro lenguaje de programación diferente. La empresa asignó a Allen y su equipo de trabajo un proyecto de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) para descifrar códigos y obtener información. Crearon un compilador que era capaz de escribir código en tres lenguajes de programación y que se incluyó dentro del superordenador de la NSA, llamado Stretch.
La carrera de Frances E. Allen se centró sobre todo en el desarrollo de compiladores y todo su trabajo fue clave para la evolución de la programación y especialmente para la optimización del software, ya que facilitó que los programas para ordenadores tuvieran un mejor rendimiento, es decir, que fueran cada vez más sencillos e intuitivos y que funcionasen más rápido y con menos problemas. Por todos estos años de trabajo y dedicación, en 2006 recibió el Premio Turing como reconocimiento a su contribución en el mundo de la programación.
Allen murió en Nueva York el 4 de agosto de 2020, justo el día que cumplía 88 años.
3. Jude Milhon
La norteamericana Jude Milhon (1939-2003) fue una conocida hacker y una de las fundadoras de los «Cypherpunks», una asociación de defensores de la privacidad digital.
Activista desde que era una adolescente y defensora de los derechos civiles, hasta el punto de llegar a entrar en prisión por su participación en varias manifestaciones, cuando salió de la cárcel aprendió a programar de manera autodidacta leyendo un libro para aprender Fortran y empezó a trabajar como programadora para una empresa de máquinas expendedoras en Nueva York. Sin embargo, pronto se fue a vivir a California para trabajar en grupo y en proyectos más orientados hacia la comunidad, como fue la creación de un primer sistema de red pública a principios de los años 70.
Además de defender la red pública y la presencia de las mujeres en el mundo tecnológico, Jude Milhon era una gran defensora de la privacidad digital y de la responsabilidad social. Cuando llegó la década de los 90, empezó a publicar varios libros y fue también cuando fundó el movimiento “Cypherpunk” (un juego de palabras que combina el verbo “cifrar” y “cyberpunk”, que era el nombre de un movimiento contra-cultural de los años 70). Antes de morir a causa de un cáncer de mama, dedicó sus últimos años al hacking y a la defensa de la privacidad en la red.
4. Radia Perlman
Nacida en Virginia en el año 1951, Radia Perlman es conocida como “la madre de Internet”, aunque a ella no le gusta este título. También se la considera una de las pioneras de la enseñanza de la programación para niños porque a mediado de los años 70 desarrolló una versión de Logo un poco más simple, llamada Tortis, que podían utilizar niños de 2 a 5 años para programar un robot utilizando muy pocos botones.
Perlman es creadora de software, ingeniera de redes y experta en seguridad. Empezó a aprender a programar en una clase de física del MIT, donde a finales de los 60 obtuvo su grado y su máster en matemáticas, en una época en la que era una de las únicas 50 mujeres que había en un curso de unos 1.000 estudiantes. Años después, a finales de los años 80, también se doctoró allí en ciencias de la computación. Además, en el MIT se unió a un grupo con quien empezó a trabajar en el diseño de protocolos de red.
Esta programadora es conocida como “la madre de Internet” por ser la creadora del protocolo STP (Spanning Tree Protocol), una contribución que ella misma explica de una manera simplificada en este vídeo. A lo largo de su trayectoria, Radia Perlman ha registrado cerca de un centenar de patentes, ha publicado varios libros sobre la seguridad de las redes y ha recibido muchos premios y reconocimientos por sus contribuciones.
5. Carol Shaw
Licenciada en ingeniería eléctrica y ciencias de la programación, Carol Shaw es conocida por haber sido la primera mujer diseñadora de videojuegos. Nació en California en 1955 y cuando estudiaba en el instituto empezó a interesarse por la programación y por el diseño de videojuegos porque en la asignatura de matemáticas aprendían un poco de lenguaje BASIC y en el mismo instituto tenían una sala de ordenadores donde los alumnos podían jugar.
Pronto fue contratada por la empresa Atari, donde su primer trabajo fue el juego de «Polo» (1978), un prototipo que no llegó a publicarse nunca pero que todavía se puede encontrar en Internet. Su primer juego publicado fue el Tic-Tac-Toe 3D para Atari 2600. En 1982 aceptó un puesto de trabajo en Activision, una nueva empresa creada por ex trabajadores de Atari. Allí publicó ese mismo año su juego más popular, River Raid, que era un juego de acción en el que el jugador controlaba un avión que iba subiendo por un río y tenía que acabar con los enemigos que se encontraba por el camino, un juego sencillo pero innovador para su época. El éxito del juego, con más de un millón de ejemplares vendidos, fue tan grande que le permitió dejar de trabajar a los 35 años sin tener que preocuparse por su economía.
Después de publicar River Raid trabajó en otros videojuegos, pero enseguida dejó la empresa y sus últimos seis años como trabajadora los dedicó a proyectos diferentes, como la gestión de reservas de billetes de avión o aspectos relacionados con la bolsa de Nueva York.