Este verano estrenamos una nueva aventura en la plataforma, que se abrirá a finales de esta semana. La Summer League de este curso será de Go, un juego milenario que tiene sus orígenes en China, poco a poco de fue popularizando en Japón y el resto de países asiáticos y se considera el equivalente del ajedrez en Oriente. Se trata de un juego muy útil para trabajar el pensamiento computacional que se juega con un tablero de 19×19 líneas, que generan un total de 361 intersecciones donde colocar las piezas, aunque se recomienda el uso de tableros más pequeños para empezar a practicar, por ejemplo de 9×9 o 13×13.
Aunque sigue unas normas muy simples, el Go es un juego que requiere de mucha estrategia y el gran número de variaciones que puede haber en una sola partida hace que programar una máquina para poder jugar contra ella, como hacemos con el ajedrez y otros juegos, sea mucho más difícil. La mayoría de programas utilizaban los tableros de 9×9, que requieren un algoritmo más sencillo, pero en los últimos años han empezado a desarrollarse programas que son capaces de jugar contra una persona usando el tablero de 19×19.
Igual que en el ajedrez, el juego está pensado para dos jugadores. Uno de ellos juega con fichas blancas y el otro lo hace con fichas negras. La partida avanza por turnos (empieza el jugador con las fichas negras y se van intercalando) y en cada turno el jugador puede colocar una pieza en cualquier intersección vacía del tablero. El objetivo es rodear el mayor número de intersecciones posible, es decir, controlar la parte más grande que se pueda del tablero; cada intersección que tenemos controlada suma un punto. Este control pasa por colocar las piezas de un mismo color juntas, de manera que se protejan las unas a las otras, ya que si las colocamos muy separadas corremos el riesgo de que nos las rodeen las fichas del color contrario, y cuando una pieza queda totalmente rodeada por las del rival es capturada y retirada del juego.
Evidentemente, si jugamos siempre colocando las piezas en los extremos es más difícil que el rival nos pueda rodear, pero a su vez solo podremos controlar partes pequeñas del tablero, mientras que en el centro tenemos la posibilidad de controlar zonas más grandes. Y es aquí donde hay que aplicar la lógica y la estrategia, decidir si a corto plazo es mejor atacar o defenderse y pensar movimientos que a largo plazo nos puedan ayudar a ganar territorio. Todas nuestras decisiones afectarán a la partida posteriormente y a la vez estarán afectadas por las decisiones anteriores de los dos jugadores, incluso aunque se trate de movimientos realizados en la otra punta del tablero.
Como habréis visto, el Go es un juego que no deja lugar para el azar y que se basa puramente en los movimientos que podemos observar sobre el tablero, como pasa en el ajedrez. La dificultad reside sobre todo en el número de jugadas posibles, que es muy elevado, especialmente cuando se juega con un tablero profesional. En cuanto a las reglas del juego, son bastante simples, pero es importante conocerlas y conocer también la nomenclatura y los diferentes estados en los que se puede considerar que se encuentra un grupo de fichas. Solo así podremos sumar correctamente los puntos al final de la partida y saber quién ha sido el ganador.
Una vez terminada la partida, es el momento de establecer las puntuaciones. Según las normas japonesas, la suma de la cantidad de puntos rodeados (recordemos que se suma un punto por cada intersección dentro de la zona controlada) y la cantidad de piezas del rival que se han capturado determina la puntuación total del jugador. A estos puntos, el jugador blanco tiene que sumarse un punto adicional porque ha empezado el negro. El jugador que suma el mayor número de puntos, gana la partida de Go.
¡Esperamos que disfrutéis de esta nueva actividad!