La programación es la asignatura más buscada por las familias en muchos países del mundo. Nadie quiere quedarse atrás en un mundo que funciona cada vez más gracias al software y, en este sentido, la posibilidad de aprender a programar en la escuela o en el instituto facilita que todo el mundo tenga acceso a esta educación y ayuda a combatir desigualdades sociales, económicas o de género.
En Estados Unidos, más del 90% de las familias consideran que aprender a programar será imprescindible para el futuro de los niños y valoran muy positivamente que los alumnos de primaria y secundaria puedan aprender a programar en clase, según una serie de estudios recientes de Gallup y Google. Los últimos datos de estos estudios indican también que más de la mitad (53%) de alumnos ya tienen una asignatura de programación en el centro educativo en el que están inscritos y que cada vez son más los docentes que defienden que la programación debería estar incluida dentro del plan de estudios de los centros educativos.
En Europa, en el año 2013 Reino Unido sustituyó la antigua asignatura de informática (centrada en el uso de herramientas de ofimática) por una asignatura específica de programación, incluida desde entonces en su currículum nacional y obligatoria para todos los alumnos desde los 5 hasta los 16 años. Tres años más tarde y tras dos años ofreciendo formación previa para los maestros y profesores de todas las áreas, Finlandia incluyó la programación en el currículum de las escuelas en 2016. En su caso, también es obligatorio incluirla desde el primer curso de primaria hasta el último de secundaria, pero en vez de crear una asignatura específica apuestan por trabajar la programación de manera transversal y profundizar algo más en la materia dentro de la asignatura de matemáticas.
En este sentido, la programación informática está relacionada con muchas otras asignaturas y no solo se puede trabajar de manera transversal, sino que además uno de los beneficios de aprender a programar desde niños es precisamente que se ha podido observar una mejora del rendimiento en otras asignaturas como las matemáticas, las ciencias o los idiomas. Esta mejora se traslada también a la universidad y otros tipos de estudios superiores, de manera que posteriormente el desarrollo del pensamiento computacional facilita también la adaptación a la vida adulta, tanto a nivel personal (es la habilidad de resolver problemas de cualquier tipo) como a nivel profesional.
A nivel profesional, concretamente, una de las habilidades más demandadas en el mundo laboral es la programación (en 2020 se publicaron más de 800.000 ofertas del sector TIC en Europa), que ya no es solo una competencia exclusiva de los programadores informáticos. Matemáticos, economistas, químicos, abogados, psicólogos, lingüistas… Por un lado, cada vez se necesitan más perfiles diferentes para desarrollar tecnologías emergentes como la inteligencia artificial; por otro lado, cada día se aplican nuevas soluciones de hardware y software en espacios como quirófanos, laboratorios o agencias de traducción. Como hemos dicho al principio, vivimos cada vez más rodeados de tecnología; las profesiones del presente tendrán que adaptarse a la nueva realidad, algunas de ellas tal vez desaparezcan y al mismo tiempo veremos cómo aparecen otras profesiones nuevas que no habíamos visto hasta ahora.
Estrenada oficialmente en septiembre y utilizada a lo largo de todo el curso por varias escuelas, en Codelearn tenemos una propuesta innovadora para los centros educativos que os ayudará a incluir la programación y el pensamiento computacional en las aulas en horario lectivo. Codelearn Classroom, que se puede plantear como asignatura de programación o se puede incluir dentro de otras asignaturas como Tecnología, sigue un plan de estudios detallado y presenta unos contenidos estructurados, ofrece herramientas de planificación y seguimiento para el profesorado, se adapta a todos los cursos de primaria y secundaria y utiliza una plataforma y un método de aprendizaje propios que han sido elaborados por expertos del mundo tecnológico y del mundo pedagógico.
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