Imagina que te vas a vivir a un país diferente y no aprendes el idioma de las personas que viven en ese país. Tu día a día y la comunicación con estas personas seguro que sería mucho más fácil si aprendieses su lengua y la utilizases en cualquier situación: ir a comprar, ir al teatro o al cine, mirar la televisión local, leer el periódico de tu nueva ciudad para entender qué pasa en ella, relacionarte con tus compañeros de trabajo o con las familias de los compañeros de clase de tus hijos… Todo el mundo necesita relacionarse con su entorno para convivir en él y este entorno está formado por muchos elementos diferentes, entre los que se encuentra la tecnología.
La tecnología está cada vez más presente en nuestra vida y actualmente vivimos en un mundo que funciona gracias al software: los electrodomésticos que tenemos en casa, los ordenadores y las máquinas que utilizamos en el trabajo, los dispositivos electrónicos que utilizamos en el supermercado para indicar qué hemos comprado y pagar con nuestra tarjeta, las puertas de entrada del transporte público, el móvil que llevamos siempre en el bolsillo… Nadie puede evitar tener contacto directo con la tecnología y, sin embargo, muy pocas personas entienden el funcionamiento de todos estos dispositivos y tienen la capacidad de comunicarse con la tecnología.
En otras palabras, muy pocas personas hablan el lenguaje de las máquinas, que es un lenguaje universal que cada día es más usado en todo el mundo. Por este motivo, del mismo modo que en su momento entendimos la importancia de aprender inglés como primera lengua extranjera, ha llegado el momento de entender la importancia de aprender a comunicarse con los ordenadores. Eso lo podemos hacer a través de la programación y de los diferentes lenguajes de programación que existen, a través de los cuales damos instrucciones específicas a las máquinas y los ordenadores en un idioma que entienden, de manera que sigan paso a paso estas instrucciones para realizar determinadas acciones y conseguir los objetivos que les hemos marcado.
¿Por qué todos deberíamos aprender a programar? Por un lado, aunque seamos adultos y tengamos faenas que no estén estrechamente relacionadas con la informática, la tecnología es cada día más importante en cualquier sector profesional. Por lo tanto, cualquier evolución que tenga nuestro trabajo a partir de ahora estará relacionada con la tecnología y la relación que vaya creciendo entre ésta y nuestro sector. Economistas, juristas, químicos, traductores, médicos… Cualquier sector profesional utiliza cada vez más herramientas tecnológicas y cada vez son más los profesionales que se dan cuenta de la importancia de adquirir unos conocimientos básicos de programación para entender cómo funciona todo el software que utilizan. Además, muchos de los trabajos que conocemos hoy en día desaparecerán o sufrirán cambios importantes en los próximos años, mientras que una gran parte de los puestos de trabajo que se crearán en estos años todavía no existen y necesitarán profesionales que dominen nuevas habilidades como la programación y el pensamiento computacional.
Por otro lado, además de las ventajas a nivel profesional, aprender a programar también aporta muchos beneficios a nivel personal, especialmente si aprendemos a hacerlo desde pequeños. La programación nos exige pensar de una manera diferente y nos ayuda a trabajar el pensamiento computacional, que es la habilidad de aprender a resolver problemas de cualquier tipo. Al fin y al cabo, un programador es una persona que tiene que buscar soluciones y mejoras para ayudar a la gente, de manera que necesita saber escuchar a los demás, analizar la información que le dan, ser capaz de encontrar similitudes y diferencias con otros problemas y soluciones ya existentes, usar su creatividad para resolver ese problema concreto y saber comunicar cómo lo ha hecho. Así pues, cuando aprendemos a programar debemos trabajar a la vez una serie de habilidades transversales que son útiles en cualquier ámbito de nuestro día a día.
Por eso decimos siempre que aprender a programar es aprender a pensar y eso hace que los niños que aprenden a programar desarrollen al mismo tiempo habilidades tan importantes como la capacidad de atención y de concentración, la autonomía y la capacidad de experimentación, la creatividad y la imaginación, el trabajo en equipo, la comunicación y el liderazgo, la autoestima y la superación personal, la resolución de problemas, entre otras. Aprender a programar les prepara para afrontar su presente y su futuro y les proporciona herramientas para superar cualquier reto tanto a nivel personal como a nivel académico y profesional. Es una actividad muy completa que tendrá un impacto en su día a día y, aunque mucha gente piense que es una disciplina muy complicada, en realidad para empezar a aprender programación solo es necesario conocer las operaciones matemáticas básicas y saber leer y escribir, de manera que cualquier persona puede empezar a aprender a programar a partir de los 7 años aproximadamente.
Por suerte, las escuelas han empezado a incluir la programación y el pensamiento computacional en las aulas, de manera que cada vez más personas conocerán antes los beneficios de la programación. Mientras tanto, si quieres que tus hijos adquieran estos conocimientos o quieres probarlo tú mismo, te animamos a descubrir el método Codelearn, diseñado para que cualquier persona pueda aprender a programar desde cero.