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Es el momento de elegir las actividades extraescolares del próximo curso y cada vez son más las familias que se acercan a nuestros centros en busca de una extraescolar de robótica, algo que se aleja un poco de lo que es realmente el método Codelearn. Lo cierto es que la robótica educativa es para muchos niños el primer contacto con una extraescolar tecnológica, pero a pesar de los múltiples beneficios de la robótica educativa, nuestra experiencia nos indica que es una actividad con ciertas limitaciones si la comparamos con una extraescolar de programación y pensamiento computacional, que permite explorar muchas más ramas, incluyendo la robótica.

La programación: un universo de posibilidades

En primer lugar, la programación no se limita a una única área de conocimiento o industria. Al aprender a programar, los alumnos adquieren habilidades que pueden aplicar en diferentes campos, por ejemplo el desarrollo de software, la inteligencia artificial, la ciencia de datos o el diseño de videojuegos, entre muchos otros. Esta versatilidad convierte la programación en una herramienta valiosa y adaptable a cualquier interés que puedan tener los niños, así como a sus futuras profesiones.

Por otro lado, aprender a programar fomenta el desarrollo del pensamiento lógico y la capacidad de resolver problemas complejos. Los alumnos se enfrentan a desafíos que requieren descomponer problemas grandes en partes más pequeñas y manejables, encontrar soluciones eficientes y trabajar de manera metódica. En otras palabras, aprender a programar ayuda a desarrollar el pensamiento computacional, un conjunto de habilidades transferibles a cualquier ámbito de la vida que además son especialmente valoradas en el mundo laboral actual.

La robótica y su relación con la programación

La robótica es muy atractiva para los más pequeños porque es altamente interactiva, pero tiene una limitación intrínseca: depende en gran medida de la programación. Sin la programación, un robot es simplemente un conjunto de piezas ensambladas. La programación es lo que da vida y funcionalidad a los robots, permitiendo que realicen tareas específicas y reaccionen a su entorno. Esto subraya la importancia de la programación como base fundamental, ya que sin conocimientos de programación solo podremos montar los robots, pero no podremos ponerlos en funcionamiento para indicarles qué acciones queremos que lleven a cabo.

Teniendo en cuenta que la robótica tiende a centrarse en la construcción y operación de robots, puede resultar una actividad limitada en comparación con el amplio campo de la programación. Mientras que la robótica ofrece una gran introducción a la tecnología y la ingeniería, puede no proporcionar las mismas oportunidades para la creatividad y la innovación que la programación. Tras completar la construcción de varios modelos de robótica, si no se incluyen conocimientos de programación de manera progresiva, los alumnos pueden sentir que ya no avanzan y no adquieren nuevas habilidades. Y es aquí cuando, al poco tiempo, muchos jóvenes que han experimentado con la robótica en la escuela o en otras extraescolares empiezan a notar las limitaciones de la actividad y buscan una extraescolar de programación que les permita ampliar sus posibilidades como creadores de tecnología.

Un futuro en el que el código será el protagonista

El mundo está en constante evolución hacia una mayor digitalización y automatización. Desde las aplicaciones para móviles hasta los sistemas de gestión empresarial, pasando por las tecnologías emergentes como la realidad aumentada y la computación cuántica, la programación es el motor que impulsa todas estas innovaciones. Equipar a los más jóvenes con habilidades de programación no solo los prepara para un futuro lleno de oportunidades, sino que también les brinda herramientas para convertirse en creadores en lugar de conformarse con ser simples consumidores de tecnología.

Si queréis optar por una extraescolar tecnológica pera el curso 2024-2025, os animamos a valorar la programación como una opción que ofrece una amplia gama de beneficios y oportunidades. Aunque la robótica también es una disciplina interesante y emocionante, y hay muchas razones por las que ha ganado popularidad entre los más pequeños, su dependencia de la programación y su alcance más limitado la convierten en una actividad algo menos versátil. La programación no solo prepara a los niños para el futuro tecnológico, sino que también desarrolla habilidades esenciales como el pensamiento crítico y la resolución de problemas, que tendrán un gran valor en cualquier camino que elijan tanto a nivel profesional como a nivel personal.