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La Inteligencia Artificial, la robótica, los vehículos autónomos, el Blockchain, el Big Data, el Internet de las cosas, la impresión 3D, la computación cuántica, la nanotecnología… La tecnología gana cada día más peso en nuestras vidas y la pandemia mundial que estamos viviendo ha acelerado este proceso de digitalización y la llegada de una nueva etapa: la llamada Cuarta Revolución Industrial. El potencial, el crecimiento acelerado y el impacto de estas tecnologías son el equivalente a la máquina de vapor en la Primera Revolución Industrial, la electricidad y el petróleo en la Segunda Revolución Industrial o la llegada de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones en la Tercera Revolución Industrial. Y, como en las tres revoluciones anteriores, la llegada de una nueva fase supone la necesidad de adaptación a una nueva realidad, tanto por parte de las personas como por parte de las empresas.

Según un estudio del Foro Económico Mundial, en 2025 la robotización ya estará tan presente en los puestos de trabajo como los humanos. Concretamente, el 47% del trabajo global estará automatizado, en comparación con el 33% que se estimaba que lo estaba a finales de 2020, por lo que está prevista la destrucción de muchos puestos de trabajo que conocemos hoy en día, pero también la creación de muchos otros que hasta ahora no existían. Para afrontar este proceso de transformación y adaptarse al mercado laboral, será necesario adquirir nuevas habilidades y competencias clave que marcarán una gran diferencia entre aquellas personas que las adquieran y aquellas que no.

1. Resolución de problemas

Como decimos siempre, el pensamiento computacional es la habilidad del siglo XXI. Los problemas surgen diariamente y en cualquier ámbito, pero la capacidad de resolverlos es especialmente valorada dentro del ámbito profesional. La capacidad de análisis y de detección de patrones, el uso de la abstracción y el diseño algorítmico de soluciones son la base para encontrar nuevas estrategias y nuevas soluciones para nuevos problemas.

2. Creatividad

La creatividad nos ayuda a diferenciarnos de los demás y crear todas estas soluciones innovadoras. Es posible que cada vez más gente adquiera las mismas competencias que nosotros o que haya robots que sean capaces de realizar algunas de nuestras tareas, de manera que proponer nuevas ideas, desarrollarlas e implementarlas será clave en un mundo que evoluciona cada vez más rápido y que presenta cada día nuevas propuestas y nuevas maneras de llevarlas a cabo.

3. Empatía y trabajo en equipo

Empatizar con las otras personas es imprescindible, tanto para crear las mejores soluciones para los problemas que puedan tener como para ser capaces de trabajar de manera conjunta con otros compañeros de proyecto. Si sabemos trabajar en equipo y aprovechar los puntos fuertes de cada uno, seremos mucho más eficientes a la hora de crear soluciones que tengan en cuenta las necesidades de quienes nos las están pidiendo.

4. Pensamiento crítico

En este sentido, para llegar a entendernos con un equipo de trabajo o simplemente con alguien que nos esté explicando un problema, lo primero que debemos hacer es escuchar. A su vez, si escuchamos atentamente a los demás y las ideas que exponen, podremos conocer diferentes puntos de vista y aprender a analizar los problemas y enfrentarnos a los mismos desde diferentes perspectivas. Si desarrollamos un pensamiento crítico, será mucho más fácil que encontremos soluciones creativas y eficaces ante cualquier problema.

5. Comunicación y liderazgo

Cuando tenemos una idea o queremos compartir una opinión sobre un tema, es importante que sepamos cómo comunicarnos de manera clara y comprensible. Adoptar un registro adecuado, tener una buena capacidad de argumentación y saber transmitir aquello que queremos a nuestros oyentes es clave para hacer crecer nuestra idea, desarrollarla y mejorarla gracias al trabajo en equipo, o para involucrar a los demás y hacer que ellos también crean en un proyecto que estamos liderando.

6. Organización y autogestión

La capacidad de organizarse para gestionar todos los recursos que tenemos de la mejor manera posible (el tiempo, el dinero, los recursos materiales y los recursos humanos) es también una característica muy valorada. Saber analizar los recursos de los que disponemos para aprovecharlos al máximo nos ayudará, evidentemente, a crear soluciones de una manera más rápida, sencilla e inteligente.

7. Programación y habilidades STEAM

Por último, es importante destacar habilidades necesarias a nivel técnico. La programación ya forma parte de nuestras vidas, pero cada vez tendrá mucha más presencia en nuestro día a día. Por eso, aprender a programar será tan necesario como aprender a leer o escribir, ya que en un mundo donde todo funciona a través del software, el desconocimiento sobre su lenguaje y su código hará que nos quedamos atrás y estemos en desventaja frente a las personas que puedan entenderlo y utilizarlo, además de estar alejados de la nueva realidad que nos rodeará.

Uno de los grandes retos de la 4a Revolución Industrial es intentar que el máximo de personas posible se pueda adaptar a este proceso de transformación. Por lo tanto, es imprescindible que previamente hayan recibido una formación que sea coherente con la nueva realidad y que les ayude a adquirir las habilidades y competencias necesarias para no quedarse atrás.

En este sentido, es evidente que será necesario un cambio en el sistema educativo y también ganan peso las actividades como Codelearn, que tiene como objetivo principal el desarrollo del pensamiento computacional, esencial para trabajar la resolución de problemas; una habilidad que niños y adolescentes pueden adquiris en Codelearn a través del aprendizaje de la programación y la educación STEAM, tanto en formato de actividad extraescolar como con la incorporación de la programación en las aulas de los colegios.

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