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Ha llegado septiembre y empieza un nuevo curso escolar, por lo que también es el momento de retomar rutinas y empezar nuevas actividades que nos llenen el día a día de buenos momentos porque las hemos escogido nosotros mismos y nos interesan. Por eso septiembre es también el momento de elegir las extraescolares que harán nuestros hijos durante el curso y buscar una opción que se ajuste a sus intereses y a sus necesidades.

Durante los últimos años, las extraescolares tecnológicas han ganado popularidad entre los más pequeños, que son cada vez más conscientes de que su relación con la tecnología puede ir mucho más allá de ser simples consumidores delante de las pantallas. La programación está empezando a introducirse en las escuelas y el uso de herramientas educativas en el aula, por ejemplo Scratch o App Inventor, presenta a los niños y los adolescentes la oportunidad de convertirse en creadores y dar forma a sus propias ideas para crear videojuegos, animaciones o aplicaciones para el móvil. En la misma línea, la robótica educativa les ayuda también a trabajar las habilidades STEAM de una manera lúdica.

Si a tus hijos les interesa el mundo de la informática y de la tecnología en general, la mejor manera de profundizar en ello actualmente es apuntarles a una extraescolar de programación y robótica, que no solo les ayuda a aprender la habilidad técnica más importante del siglo XXI (que es la programación informática), sino que al mismo tiempo les facilita la adquisición de habilidades transversales que son esenciales para su desarrollo como personas, como pueden ser la creatividad, la comunicación o el trabajo en equipo. Al fin y al cabo, lo más importante en estas edades no es el hecho de aprender a programar, una competencia que seguro que será un valor añadido para su futuro, sino todo aquello que supone el hecho de hacerlo: aprender a programar significa aprender a pensar porque es la mejor manera de desarrollar el pensamiento computacional, lo que conlleva grandes ventajas para el día a día.

El pensamiento computacional es la habilidad de resolver problemas de cualquier tipo, no solo los que están relacionados con la programación. Por su trabajo, los programadores informáticos están acostumbrados a aplicar técnicas como la descomposición, el reconocimiento de patrones, la abstracción o el diseño algorítmico, pero todas estas técnicas se pueden aplicar a cualquier otro ámbito: es más fácil resolver un problema si lo dividimos en problemas más pequeños, si sabemos reconocer algunas partes del problema porque ya las hemos visto otras veces y si somos capaces de identificar aquello que es realmente importante y podemos separarlo del resto de detalles. Aprender a programar es la mejor manera de desarrollar este tipo de pensamiento y, por lo tanto, no se trata de aprender conocimientos concretos, sino de adquirir habilidades y competencias que duren toda una vida y sean útiles para enfrentarse a cualquier reto.

Así pues, con una extraescolar de programación como Codelearn, los niños y las niñas que tienen interés por la tecnología se divierten mientras aprenden a programar videojuegos, controlar robots o crear apps, mientras que a su vez las familias la ven como una actividad formativa que es muy importante tanto por los conocimientos técnicos que se enseñan como por el desarrollo personal que supone para sus hijos. La resolución de problemas, la imaginación y la creatividad, el trabajo en equipo, la comunicación, la mejora de la autoestima, el pensamiento crítico o la mejora del rendimiento en otras asignaturas son solo algunas de las ventajas que aporta la aventura de aprender a programar.

Si quieres recibir más información sobre la extraescolar, el método Codelearn o el plan de estudios utilizado, contacta con nosotros para conocer todos los detalles.

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